miércoles, 18 de julio de 2012

Econoinvest e injusticia, por José Guerra


Después del retardo procesal típico de los países donde la justicia tiene falencias importantes, se reinició el jueves 12 el juicio por el caso de la casa de bolsa Econoinvest. Dos años y dos meses llevan privados de libertad cuatro directivos de esa empresa sin que haya una base firme para su detención.

En ninguna nación civilizada una persona puede permanecer detenida tanto tiempo sin que medie la realización de un juicio donde se compruebe la culpabilidad del imputado. Conviene destacar y recordar que la causa de Econoinvest estuvo en manos del defenestrado y probadamente corrupto magistrado Eladio Aponte Aponte, quien valido del poder del que gozaba hasta mayo de 2012, urdió la maniobra que hoy tiene presos a los directivos de Econoinvest. Varios jueces han tenido en sus manos el caso.

El más reciente fue el doctor William Hurtado, quien renunció y fue sucedido por el doctor Rodolfo Romero. Son los fiscales acusadores, Daniel Guédez y Marvila Araujo. Van a tener estos fiscales y el juez que ilustrarse muy bien sobre las complejidades del mercado financiero y el funcionamiento de operaciones cambiarias con títulos valores en un país con un estricto control de cambio donde, sin embargo, la ley permitía operaciones de permuta en vista de una razón fundamental: las divisas escasean y el gobierno optó por permitir un resquicio por donde personas naturales y jurídicas podían tener acceso a monedas extranjeras a tasas de cambio distintas a la oficial.


Si como argumenta el gobierno, fue un acto ilícito transar títulos valores para obtener efectivo en moneda extranjera, van a tener que encarcelar también a todos los ministros de Finanzas y al presidente de Pdvsa, quienes eran parte activa en el mercado paralelo de divisas desde 2004. Si se investiga a fondo tendrán los fiscales que visitar la presidencia de Pdvsa y la vicepresidencia de Finanzas de esa empresa, actores de primer orden en el mercado alternativo del dólar.

En un país donde el mercado de capitales casi no existía, el Grupo de Empresas Econoinvest le dio un impulso tremendo a ese mercado y le permitió al pequeño ahorrista contar con alternativas donde colocar sus recursos para protegerlos de la inflación. Conviene recordar que con una tasa de inflación promedio cercana a 30% en los últimos años y una tasa para los depósitos que no excede el 15%, en realidad a los ahorristas la inflación les está confiscando sus ahorros.

El mercado de capitales representó una oportunidad para esos venezolanos al permitirles invertir en bonos emitidos por el gobierno de Venezuela y por Pdvsa. Econoinvest jugó un rol fundamental en el auge que experimentó ese mercado hasta que el ministro Giordani decidió liquidarlo y meter presos a operadores y accionistas de las casas de bolsa. Econoinvest llegó a tener 370.000 clientes y Bs 356.000.000 como patrimonio.

Este monto era una presa muy apetecida por los interventores, a quienes no les ha quedado más remedio que admitir que Econoinvest era una empresa solvente hasta antes de su intervención.

DETENCIÓN ARBITRARIA

Tan es así que una vez que la primera interventora Nahurimar Castillo, es destituida por su manifiesto fracaso y casos de corrupción claramente documentados, el nuevo interventor, Víctor Moreira, logró saldar las cuentas, pagar a los acreedores y todavía resultó un saldo favorable de más de Bs 100 millones que legalmente le corresponden a los legítimos dueños de Econoinvest. Lo que no les pueden resarcir es el daño infligido por más de dos años de una detención arbitraria.

Econoinvest fue seleccionada por el gobierno para hacer la colocación de bonos públicos más alta de la historia de Venezuela en 2007, por US$ 7.500 millones, y también entre 2007 y 2008 prestó servicios en la oferta pública de adquisiciones tras las estatizaciones de la Cantv y la Electricidad de Caracas. También lo hizo Econoinvest activamente en la colocación de bonos de Pdvsa y del Ministerio de Finanzas.

Sin embargo, el 1º de marzo de 2010, el Ministerio de Finanzas nombró un veedor en Econoinvest durante tres meses y el mismo no formuló objeciones. Es decir, que no había nada extraño que reportar. Todo se originó por las transacciones de los llamados Títulos de de Interés y Capital Cubierto (TICC) emitidos en dólares pero pagaderos en bolívares, como todos los bonos que emite el gobierno pero que eran propiedad de terceros, no del gobierno. De la negociación de los TICC surgía un tipo de cambio del bolívar respecto al dólar, totalmente legal y autorizada su transacción por el BCV.

EXCUSAS

Tanto que un informe del BCV hasta ahora no publicado, refleja el hecho de que las transacciones con los TIIC eran totalmente legales. Dos fueron las excusas para cerrar y liquidar a Econoinvest y encarcelar a sus accionistas. La primera, que debido a que el precio del dólar en el mercado paralelo se estaba disparando, los culpables eran las casas de bolsa, sin reparar en que Cavidi no entregaba divisas y los necesitados concurrían a las casas de bolsa en su búsqueda y como consecuencia, el precio subía.

En segundo lugar porque la inflación estaba disparada. Sucedió que intervinieron y liquidaron las casas a lo largo de 2010, el precio del dólar siguió elevado y en diciembre de ese año el gobierno devaluó el bolívar más de 60% y la inflación, en lugar de bajar, aumentó. Está en manos de la justicia terrenal reparar el daño hecho y que los jueces, apegados estrictamente a la ley, dicten sentencia conforme las normas vigentes. Que sea el juez Romero un digno representante de la justicia y no un injusto juez.

Tal Cual Digital, 18/07/2012, enlace al original