En un reporte entregado a las autoridades de MinFinanzas se da cuenta que los interventores de Seguros Carabobo despalillan la empresa al igual que hicieron los de Econoinvest.
La guisadora boliburguesía
El mismo proceso de depredación sufrido por Econoinvest Casa Bolsa por parte de los anteriores interventores, lo está sufriendo Seguros Carabobo, empresa del mismo grupo. Una compañía que mostraba un envidiable margen de solvencia, como consta en las propias cifras oficiales al momento de la intervención, hoy reporta una pérdida de dos veces su capital social.
La cuenta de Saldo de Operaciones del año 2009 observaba una utilidad de CINCUENTA MILLONES SEISCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO MIL DOSCIENTOS TREINTA BOLÍVARES FUERTES (Bs.F. 50.654.230,75), antes del arribo de las autoridades gubernamentales. En estos momentos, el incremento de gastos y pérdidas acumuladas de la compañía se halla por el orden de más de sesenta y nueve millones de Bolívares Fuertes.
El oscuro manejo de las finanzas de la empresa por parte de su Junta Interventora afecta seriamente a asegurados, acreedores, productores, accionistas, trabajadores y a la propia imagen del ente supervisor, la Superintendencia de Actividades Aseguradoras, la cual, siendo responsable de velar por la sanidad de la empresa, ha permitido que se lleve a tan dramática situación; lo que genera la responsabilidad personal de los funcionarios involucrados.
Entre otras irregularidades, el proceso de intervención de Seguros Carabobo se encuentra ilegalmente demorado. La ley estipula, de conformidad con el artículo 126 de la ley, que el proceso de intervención de una empresa de seguros no debería prolongarse por un lapso mayor a ciento ochenta (180) días, y a la fecha lleva ya lleva un año y cuatro meses, toda vez que la empresa fue intervenida el 27 de julio de 2010.
Pese a los distintos remitidos publicados por la propia junta nombrada por la Superintendencia donde declaraba que “Seguros Carabobo se encuentra totalmente solvente y sólida, con capacidad de seguir cumpliendo con todos los compromisos contraídos”, la empresa ha venido disminuyendo sus ingresos y aumentando pantagruélicamente sus gastos, hasta llevarla a la deplorable situación en que hoy se encuentra, al punto de que, pese a ser llevada casi a la quiebra, se siguen abriendo agencias y sucursales, como confirma la reciente reinauguración de una agencia en Carora, el pasado 27 de octubre.
El trabajo de las autoridades judiciales va a ser arduo en el momento en que la justicia retorne a Venezuela.
Runrun.es, 11/11/2011, enlace al original