En Gaceta Oficial 388.738 del 17-10-2011, se publicó una peculiar resolución, la N°183 de la Superintendencia Nacional de Valores, en la cual Tomás Sánchez declara que la casa de bolsa allí identificada, realizó operaciones cambiarias, en abril del 2010, sin títulos valores, como se desprende de leer los literales a) b) c) y d). Se indica que no se evidencia ni la entrada ni la salida de títulos valores en las cuentas, ni los registros y documentos adecuados. Ante este hecho, Sánchez sancionó a la referida casa de bolsa con una multa administrativa. Recordemos que fue el mismo Sánchez quien en abril de 2010 denunció a un grupo de casas de bolsas ante la Fiscalía, por realizar operaciones sin títulos valores, lo que conllevó la detención ilegal de 10 personas, y al cierre del mercado y 70% de las casas de bolsas en Venezuela. Ante esta acusación, luego de una audiencia de 4 meses, el Juez 13 de Control reconoció que las casas de bolsas en juicio e intervenidas, sí operaron con títulos valores, con todos los documentos, pero extrañamente los mantuvo presos. Le preguntamos al monje: ¿Por qué Sánchez discrimina entre casas de bolsas, condenando a más de 18 meses de prisión a 10 personas inocentes, y a otras no? ¿Por qué no se limitó a sancionar administrativamente, como hizo el 17-10-2011 con esta casa de bolsa, en vez de liquidar a más de la mitad de esas, cuando la razones son las mismas? ¿Cuál es el interés de Sánchez? ¿Cómo se sostiene un juicio sin delito, cuando quien lo inició reconoce que la sanción a aplicar es una multa? Hemos visto a la vuelta de un año cuán desastrosas han resultado las intervenciones, con funcionarios presos en el extranjero y la mayoría destituidos, debido a la administración irregular de los activos de estas empresas que se encuentran expoliadas, siendo el caso más patético el de Econoinvest, con las deplorables actuaciones de Carlos Araujo y Nahunimar Castillo, ya denunciados. ¿No ha pensado que debiera intervenir la Superintendencia Nacional de Valores? ¿No será ya hora de hacer justicia?...
El Universal, 08/11/2011, Nelson Bocaranda, enlace al original