Aunque el Superintendente Nacional de Valores, Tomás Sánchez, afirme que el mercado de deuda venezolano se ha tornado muy especulativo, omite que al haber cerrado el mercado local, el inversionista venezolano ha dejado el intercambio de bonos sólo en manos de extranjeros. Por consiguiente, esto ha incrementado su volatilidad y disminuido su profundidad, para que el mismo Gobierno coloque sus títulos. Antes del desmontaje de las casas de bolsa, los inversionistas locales tenían en stock hasta cinco mil millones de dolares.
En Descifrado, 08/07/20011. Enlace al original