domingo, 16 de septiembre de 2012

Miguel y el tiempo, por Gonzalo Himiob Santomé


“Sin justicia, no hay libertad, sin ésta la vida se reduce a un devenir insípido y sin sentido”
Miguel Osío

Alguna vez escribí, que el tiempo no es más que la conciencia que tenemos de nuestra propia existencia. Nunca somos tan conscientes del tiempo que transcurre como cuando lo vivimos intensamente, o cuando es de su discurrir que dependen nuestras vidas o nuestras ilusiones. Un instante puede parecernos una eternidad, y una eternidad puede convertirse en un simple y breve momento, dependiendo de la forma en que nuestras emociones y circunstancias nos fuercen a vivirlos.

Reflexiono sobre mi amigo Miguel Osío, uno de los gerentes detenidos por el caso de Econoinvest, cuando ya lleva, al lado Ernesto, de Hermán y de Juan Carlos, mucho más de dos años literalmente secuestrado por un poder judicial (así, en minúsculas) que ha decidido someterse a los dictámenes del ejecutivo, y no como debería ser, a los de la Constitución y las leyes; para ellos este tiempo ha debido sentirse como una inhumana eternidad.