La queja fundamental es que el pago de las acreencias se hizo en bolívares, cuando la inversión se realizó en dólares. Pero también en este recurso de reconsideración otros clientes reclaman que aún no se le han liberado bonos que están registrados en la Caja Venezolana de Valores (CVV) a su nombre. Aunque ya los liquidadores autorizaron el acceso a la mayoría de los clientes, otros 1.500 aproximadamente siguen sin poder sobre sus papeles.
Pero además, en este documento también se reclama el pago de los bonos cambiarios y globales vencidos, lo que entraría en operaciones en tránsito sin pagar, a pesar de que los emisores, es decir, la República y el Banco Central de Venezuela (BCV) ya pagaron sus compromisos por esas emisiones. Y en dólares, ya que estos papeles así fueron denominados y su contrato garantízaba un pago en moneda extranjera.
La Superintendencia de Valores recibió varios recursos individuales de reconsideración durante estos quince días hábiles, que son los otorgados, según marco jurídico, para quienes estén inconformes con el reconocimiento de su deuda en el proceso de liquidación. Ayer, cuando se entregó el documento de los 59 clientes, culminó el plazo para la recepción de reconsideraciones.
Para estos últimos inversionistas, el listado que salió publicado el cinco de mayo, con el reconocimiento de la deuda que tenía Econoinvest, debería descartarse y ser considerado nulo.
Esto porque sus acreencias no fueron honradas de acuerdo a los contratos y negociaciones que se finiquitaron con la casa de bolsa antes de su intervención, el 25 de mayo de 2010. Ya antes, el 17 de mayo, otros clientes acudieron directamente a la Fiscalía, a entregar una denuncia sobre cómo se había realizado la liquidación de la casa de bolsa y cómo se habían cancelado las acreencias.
La junta liquidadora y la Superintendencia de Valores sustentan el pago en bolívares a las Normas de Administración y Liquidación de Operadores de Valores, pero estas sólo indican que las acreencias deben cancelarse según los dictámenes del convenio cambiario vigente.
También argumentan que las operaciones de reportos (a las que corresponde buena parte de las acreencias) no tenían las garantías.
Los clientes indican que no se han hecho públicos los informes de intervención que mostrarían que la empresa no cuenta con los activos suficientes en moneda extranjera para honrar los compromisos en dólares.
A colación traen la misma normativa de liquidación, la cual señala que estos los inversionistas pueden conocer el Plan General de Liquidación, de acuerdo al balance de activos y pasivos del balance de la empresa. Otros inversionistas recuerdan que tanto la liquidadora, como el Superintendente de Valores, Tomás Sánchez, indicaron que Econoinvest estaba solvente y podía saldar las acreencias con los clientes.
El Mundo, 27/05/2011, 15, Carjuan Cruz