domingo, 29 de agosto de 2010

Aquiles Baez: "Soy un revolucionario de verdad"

Aquiles Báez es esencialmente músico, y así se define. Sin embargo, los recientes hechos en torno a la intervención de Econoinvest Casa de Bolsa, empresa que a través de su programa de responsabilidad social empresarial apoyaba a la Fundación para la Cultura Urbana, la grabación de discos importantes, e indirectamente contribuía con la productora y disquera Guataca, de la que Báez es su director artístico, han hecho que este compositor, guitarrista y productor alce su voz.

El primer grito se oyó en ProDaVinci, del que Báez es colaborador. El segundo, en la organización y participación en el concierto de apoyo realizado el sábado 19 de junio en la Fundación Cultural Chacao.

Ahora, Báez reflexiona sobre estos aspectos, y se define: "Soy un revolucionario de verdad, no alguien que se tilda de ser revolucionario con una posición dogmática, buscando un guiso. Soy una persona que trabaja gratis por la música y los músicos de mi país, no un hablador, sino un hombre de acción. Por eso vivo proponiendo ideas y creando a partir de lo que soy: un músico con una clara conciencia social".

-¿Cómo afecta la intervención a Econoinvest en las actividades culturales? 

-Para mi Econoinvest era una de las pocas empresas que entendía la responsabilidad social a través de la cultura. Al desaparecer, hay un hueco del tamaño del país. En Venezuela cada vez hay menos espacios para la música de calidad. Tampoco hay una contraoferta oficial, salvo contadas excepciones como La Estancia o el Centro para la Diversidad Cultural. En cualquier país del mundo, la acción del empresariado hace un aporte considerable a la cultura del país. Jean Paúl Sartre decía : "En el tercer mundo un intelectual tiene que servir al desarrollo de su país". El empresariado tiene que ser partícipe de este proceso, es muy importante la revolución cultural a partir de nuestra cultura. Hay un espacio que se pierde, y te digo, lo que soy es músico, que vivo haciendo las cosas por amor a la música. Vengo de una familia de locos altruistas que amamos al país y hacemos lo que sea por el desarrollo cultural de nuestra gente. Creo en la igualdad social, soy una persona de izquierda, pero hay demasiados cuestionamientos. Y cito de nuevo a Sartre: "Un intelectual, para mí, es esto: alguien fiel a un conjunto político y social, pero que no deja de cuestionarlo".

-¿Qué pierde el venezolano de a pie? 

-Creo que con este tipo de acciones pierden todos los venezolanos. Pareciera que los intereses de unos pocos prelan por los intereses del país, queriendo llevarlo a una catástrofe financiera. Mi apreciación es que hay una falta de entendimiento y de información por parte de los interventores de lo que es el mercado bursátil en cualquier parte del mundo. Mis panas de Econoinvest, entre ellos Ernesto Rangel, han sido aliados de las ideas. No es un secreto que ellos sean capitalistas, cualquier casa de bolsa del mundo lo es. Hasta los chinos tienen una estructura bursátil fuerte. Quizás lo interesante de ellos es que a la par tenían instituciones como la Fundación para la Cultura Urbana y me cuesta entender que hasta eso se quiere desacreditar y destruir.

-Sobre Guataca, ¿qué van a continuar haciendo? 

-Nosotros seguimos trabajando porque el objetivo es crear espacios, apostamos a la música y a los músicos venezolanos. Desde ahí, nos planteamos una mejor plataforma para la música y los músicos que estén haciendo música desde la raíz de nuestra cultura, con un espíritu más contemporáneo; aunque creemos en las tradiciones y las respetamos así como quien las trabaja.

-Se hizo un concierto de apoyo a Econoinvest ¿dan resultado estas actividades?

-Yo no sé si dan resultados, pero hay una lectura muy contundente: que más de cuarenta músicos, de los mejores del país, vayan a dar una concierto en donde nadie cobró un centavo, gente incluso con diferentes ideas políticas que creen en la honestidad de personas como Rangel, eso debería dar una lectura, ya que dudo que ninguno de los interventores de Econoinvest tenga esa capacidad de convocatoria. Incluso como era fin de semana, muchos músicos tenían otras actividades previas y se lamentaron de no poder estar, eso debería decir algo. Creo en la lucha pacífica, y pareciera que hay una sed de venganza absurda con mis panas, quizás yo sea demasiado HIPPIE pero pienso como Gandhi: "El amor y la verdad representan dos caras de una misma medalla. Estoy seguro que por medio de estas dos fuerzas se puede conquistar el mundo". Sé que al final la verdad se impone. El mismo Gandhi dijo: "Ojo por ojo, y el mundo se llenará de ciegos".

-¿Qué hace falta en Venezuela para que los artistas y músicos tomen conciencia? 

-Acá lo que hace falta es voluntad. Acabo de estar en Colombia de jurado del Torneo Internacional de Joropo de Villavicencio. De la misma Colombia, que está al lado, hay muchas cosas que aprender. Por no hablar de Brasil o la misma Cuba. Acá no existe una plataforma coherente para que nuestros artistas se desarrollen, ni local ni mucho menos internacionalmente. Te puedo echar muchos cuentos, como que C4 Trío fue invitado al mercado cultural de Bahía en Brasil y una institución del Estado les iba a pagar los pasajes y cuatro días antes les salen con todo un enredo burocrático. Lo cierto es que una vez más, nuestro amigo Ernesto Rangel resolvió y estos chicos destrozaron la liga en ese evento. Un país se hace grande cuando sus valores culturales son grandes, no cuando dejamos que nuestros artistas tengan que buscar una salida que les dé más rendimiento, la gente del interior quiere mudarse a Caracas por mejores oportunidades y los que están en Caracas quieren vivir fuera del país porque no existe un mercado que te dé para vivir decentemente. Hay mucha tela que cortar y depende no solo del Estado, sino de que existan iniciativas privadas, una acción coordinada entre el Estado y la empresa privada. En Guataca seguimos trabajando: Pacho Flores acaba de venir de una gira por Finlandia, C4 tiene una gira a final de año por Estados Unidos y en lo personal cada vez que pueda llevar un pedacito de Venezuela a cualquier lado del mundo lo hago. Antes de todo esto, queríamos hacer un concurso de ensambles de música venezolana. Eso no se hará "por ahora". Ahora veremos qué hacemos porque en hay que seguir generando ideas.


El Universal, 09/08/2010, por Ana María Hernández G. (Leer original)