martes, 14 de agosto de 2012

Sueños de Libertad: una canción por la esperanza



Sueños de libertad es la canción compuesta por Ernesto Rangel, uno de los cuatro directores de Econoinvest injustamente detenidos desde hace más de dos años, acusados de delitos que no cometieron. La pieza fue arreglada por su amigo, el insigne músico y colaborador de Prodavinci, Aquiles Báez.

“Se originó –refiere Báez–, la noche que se celebró la primera audiencia del juicio, el pasado 12 de julio, cuando Ernesto, una vez que regresa a la celda donde ha permanecido por casi 800 días en los sótanos de la DIM, hizo en la soledad de la noche una retrospectiva de los dos años de su injusta detención por parte de la administración de justicia del país”.


Explica Báez que en medio de su tristeza y decepción, Rangel recordó que a los dos meses de su detención en la DIM, junto al resto de sus compañeros Herman Sifontes, Juan Carlos Carvallo y Miguel Osìo, los integrantes del grupo C4Trío, Héctor Molina, Jorge Glem y el propio Aquiles, se convirtieron en sus profesores de cuatro, mientras Edward Ramírez le enviaba muchas tareas dirigidas a mejorar el ritmo, el tiempo y arreglos.

Recuerda que a su amigo Ernesto siempre le había atraído el cuatro, pero había dejado de lado esa afición, por la tragedia que atravesaba. No obstante, Héctor Molina, de C4Trío, le llamó la atención y le dijo que no dejara de tocar y que no abandonara la música, porque así nunca estaría solo.

A partir de ese momento se refugió en el instrumento. “Al principio molestaba a sus compañeros de celda, pero luego se unieron a él e interpretaban en coro las diferentes melodías que entonaba”, recuerda Báez.

Cuenta que el tenor Aquiles Machado vio con sorpresa los avances musicales de Rangel durante una de las visitas que le hizo, donde interpretó en la voz de su compañero de infortunio, Herman Sifontes, el tema Viajera del río. “Yo también les canté un par de merengues larenses, que hicieron que toda la visita aplaudiera y se sumara”, añadió con emoción Báez.

Rememoró el momento cuando a los sótanos de la DIM llegó Julián Conrado, alias “el Cantante”, miembro de las FARC, quien fue de mucha ayuda a Rangel para pulir sus aspiraciones musicales, pues se ofreció para enseñarle a componer canciones.

“Conrado le dijo que cuando estuviera inspirado, escribiera unos versos, que no se preocupara por la rima, sino que lo dejara correr y que a partir de ahí irían saliendo frases para luego transformarlas en una canción. Así fue como Rangel escribió los primeros versos donde surgiría Sueños de Libertad, refiere Báez.

“Llegó la noche después de la primera audiencia del juicio. Las esperanzas de salir estaban fundadas en que en mayo se habían cumplido los dos años que establece la ley para obtener la libertad plena al no haber sentencia, como lo estipula nuestra legislación y todas las convenciones internacionales suscritas por Venezuela. Tenían también en sus manos la reciente decisión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que solicita al Gobierno venezolano su libertad inmediata por haberse determinado que la suya fue oficialmente una detención arbitraria así como la inexistencia de delito alguno”.

“Ese día esperaban los directivos de Econoinvest, entre ellos mi amigo Ernesto, obtener la medida cautelar, pero lamentablemente esta no llegó. Al terminar este episodio y ya en su celda, sin poder dormir, pensando lo que había sucedido durante el día, fue, entonces, cuando comenzó a componer Sueños de libertad”, recuerda Báez.

Explicó que Rangel comenzó a escribir a las doce de la noche, luego de esa primera audiencia del juicio, y a eso de las tres de la mañana había terminado el primer borrador, al que luego Julián Conrado le dio forma. Posteriormente siguió agregándole versos. “Yo le corregí algunas estrofas y le hice los arreglos musicales”, sostuvo Báez.

“Me insistió que a él le sonaba a un son, por aquello de que tuviera un aire de esperanza y mucha fuerza, para darle apoyo a todos sus amigos y familiares. Yo le dije que iba a invitar a un pequeño grupo de músicos para grabar la pieza a la brevedad”.

Para Aquiles Báez sucedió algo inesperado y muy gratificante, ya que los músicos se entusiasmaron con la idea, quisieron participar y se sumaron a la iniciativa de grabar Sueños de libertad.

De esta manera nació la versión definitiva de esta hermosa pieza que hoy podemos disfrutar y que no dudamos habrá de convertirse en un himno de los que sufren los excesos de un sistema de justicia trastocado.

En la producción participaron, en las voces: Marcial Istúriz, Ana Valencia, Hanna Kobayashi, Ana Isabel Domínguez, César Gómez, Huguette Contramaestre, Alejandro Zavala, además Constanza y Jackeline Liz en los coros. En el Bajo y piano: Rodner Padilla, Guitarra: Aquiles Báez, congas, bongos, campana y guiío: Diego Álvarez, Batería: Adolfo Herrera, Timbal: Marcial, Ezequiel Serrano: Saxo y Juliana Pérez en la flauta.

Prodavinci.com, 13/08/2012, enlace al original