¿Horizonte de justicia en el caso de los injustamente detenidos directores de la casa de bolsa Econoinvest? El caso ha subido a la Corte de Apelaciones, luego que por múltiples razones, todas políticas, a estos cuatro venezolanos se les ha denegado durante dos años su derecho a un juicio justo y transparente. El haber llegado a nivel de apelación significa mucho, más aún luego de ser pública la decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU reconociendo el derecho que tienen los detenidos a estar en libertad, pues la detención es a todas luces arbitraria. Este organismo ha sido muy explícito en su comunicación escrita ante la Cancillería venezolana: “se le debe otorgar libertad inmediata los detenidos”. Los jueces de Apelación tienen la oportunidad histórica de lavarle la cara a la administración de justicia venezolana en un caso que cada día cobra mayor repercusión internacional. Me señalaba un experto que a la luz de las leyes vigentes y de los acuerdos suscritos por el país, no cumplir con esta instrucción acarrearía responsabilidades penales a nivel internacional a toda la línea de actores involucrados: jueces, fiscales y funcionarios de la administración pública que la obstaculicen o impidan su inmediata ejecución. Mientras los jueces de apelación deciden, para el próximo jueves 12 el titular del Tribunal Quinto designado, Rodolfo Romero, ha vuelto a convocar audiencia. Por otra parte, me consta por mis fuentes en el alto gobierno, la creciente preocupación entre políticos afectos al presidente Chávez que piden -así me lo razonaron- “despersonalizar esta decisión y que se resuelva convenientemente en la instancia judicial. Es un ruido innecesario que no sabemos cómo pueda evolucionar haciéndonos más daño, especialmente entre la clase media trabajadora del país”. Añadiría yo: que sufrió las consecuencias de este ensañamiento por parte de los muy corruptos funcionarios que hicieron caída y mesa limpia robándose muebles y obras de arte con el mayor descaro y cobrando peaje a diestra y siniestra. Y allí están amparados por un ministro (¿o dos?) y algunos otros jefes medios igualmente cómplices en el atraco rojo...
