miércoles, 27 de junio de 2012

¡Hágase justicia! Comunidad académica de la ULA en apoyo a Econoinvest


Nosotros, venezolanos, ciudadanos, escritores, intelectuales y  profesores universitarios, en Mérida, Venezuela, en uso de nuestros derechos constitucionales y legales y en el ejercicio de nuestra ciudadanía democrática, expresamos nuestro desacuerdo frente a la injusta  situación que padecen los ciudadanos  HERMAN SIFONTES, JUAN CARLOS CARVALLO, MIGUEL OSÍO Y ERNESTO RANGEL, venezolanos a quienes se les ha negado su derecho humano a la defensa, a un trato igualitario y digno, al “acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses… a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente” tal como lo establece el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por tales razones, exigimos que se haga justicia para que vuelvan a ejercer con plenitud la Libertad que les ha sido confiscada por una administración de justicia que ha conculcado y menoscabado los derechos que, en este sentido, les garantiza nuestra Carta Magna.
Sustentamos nuestra disconformidad y reclamo, además, invocando el Artículo 2 del texto constitucional que establece los principios y valores en los que se sustenta nuestro ordenamiento jurídico así como la actuación del Estado; principios y valores que se constituyen en el fundamento jurídico, legal, ético, moral y filosófico de los derechos  que les asisten a los ciudadanos mencionados: 
ARTÍCULO 2. VENEZUELA SE CONSTITUYE EN UN ESTADO DEMOCRATICO Y SOCIAL DE DERECHO Y DE JUSTICIA, QUE PROPUGNA COMO VALORES SUPERIORES DE SU ORDENAMIENTO JURIDICO Y DE SU ACTUACION, LA VIDA, LA LIBERTAD, LA JUSTICIA, LA IGUALDAD, LA SOLIDARIDAD, LA DEMOCRACIA, LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y, EN GENERAL, LA PREEMINENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, LA ÉTICA Y EL PLURALISMO.
El atropello y la dilación no pueden seguir siendo la norma de la justicia en nuestro país. Se impone, de manera impostergable, la necesidad de restituir la convivencia y el disfrute pleno de todas las garantías y derechos reconocidos universalmente, como característica fundamental de todo sistema político democrático, para sentirnos orgullosos  de vivir en un país democrático, de  civilidad y de pleno respeto a los derechos humanos.

Diómedes Cordero  Ramón Rivas Aguilar  Raúl Huizzi   Luis A. Caraballo Vivas   Mery López de Cordero   Ednodio Quintero  Rafael Cartay