Registramos cierta satisfacción y complacencia entre miembros del alto gobierno conocedores de la verdadera realidad financiera y económica del país -de la que saben las cifras verdaderas y que no se atreven a soltar ni a palo- por las explosivas declaraciones dadas por Víctor Moreira, interventor y liquidador de la empresa Econoinvest Casa de Bolsa.
Luego de la destitución de Nahunimar Castillo y de su cuestionado equipo debido a las irregularidades detectadas y el incumplimiento con los ex clientes y ahorristas de esa entidad, Moreira sostuvo abiertamente que Econoinvest es una empresa que gozó y continua gozando de un patrimonio sólido, que tiene caja para pagar todas sus obligaciones y que al final de su proceso de liquidación definitiva le sobrará dinero, el cual deberá ser reintegrado a sus legítimos accionistas. Estas declaraciones del funcionario Moreira -quien de acuerdo a mis fuentes del Ministerio de Finanzas es un hombre probo, experto y a quien le gusta ponerle fecha de cumplimiento a las tareas que le asignan- echa por tierra la campaña de infundio de la anterior interventora y su jefe Tomas Sánchez, Superintendente Nacional de Valores.
También deja muy mal parado al gobierno rojo rojito ante los miles de ahorristas que padecieron ofensas, largas colas, maltratos, engaños, innecesarios procesos burocráticos y hasta amenazas de cancelarle en bolívares los ahorros que tuvieron muy legalmente en moneda extrajera en esa entidad. Para el cierre de esta columna indagué por la situación personal de los jóvenes empresarios que fundaron y llevaron a Econoinvest a ser la más grande e importante casa del bolsa del país. Abogados vinculados al caso me señalan que “permanecen injustamente detenidos, sin acusación y sin juicio, luego de casi dos años de haber sido abusiva e ilegalmente intervenida esta empresa”. Nosotros nos preguntamos, ¿cuál es la opinión pública de propio Tomas Sánchez, en su condición de Superintendente Nacional de Valores, sobre las declaraciones de Víctor Moreira? ¿Opinará sin pensar en su “corazoncito y nido de amor” y se atreverá a afrontar la contundente verdad que ahora le estalla en las manos frente a Chávez y Giordani? La robolución que se llevó hasta los muebles y las obras de arte abusando de la propiedad ajena no tiene vergüenza...
Runrunes, Nelson Bocaranda (22/03/2012)