La injusta historia de Econoinvest Casa de Bolsa, C.A. y sus cuatro representantes, esta por llegar a su segundo diciembre. Ya el 24 de mayo de 2010 esta quedando lejos, en tiempo pretérito. Pero no en olvido, lleno de recuerdos, pero sobre todo de esperanza y optimismo de que la solución a una gran equivocación, por ser políticamente correcto, llegue a su fin.
Es increíble pensar que en nuestra Venezuela, personas corrientes, profesionales, como yo o como ustedes, bachilleres de colegios de curas, graduados en Universidades como la Católica Andrés Bello, Metropolitana, Central y Santa María; profesionales que perfeccionaron sus estudios con postgrados realizados dentro y fuera del país; con carreras profesionales sin mancha alguna; padres de familia, personas de clase media con deseos de un mejor país para sus hijos, sigan retenidos, secuestrados o, sencillamente, injustamente detenidos sin haber cometido un delito.
Cómo se puede justificar la prisión por un acto legal, como fue las operaciones con títulos valores para acceder a divisas, realizado por tantas personas, incluyendo funcionarios públicos, que hacen parte activa de nuestra economía? Y es que solo existe una acusación de la Fiscalía General de la Republica, la cual se basa en un solo acto inexistente en nuestra legislación como punible, por lo tanto, no es delito: operaciones cambiarias por intermedio de títulos valores, conforme al articulo 9 de la Ley Contra Ilícitos Cambiarios. En sentencia del Juez 13 de Control, Robinson Vázquez declaro expresamente que en todas y cada una de las operaciones realizadas por Econoinvest se evidenciaba claramente que eran realizadas con títulos valores, basado en los propios elementos de convicción presentados por los representantes de la Fiscalía y por las pruebas de la defensa.
Cómo se puede seguir justificando esto? Por mas que los interventores crearon falsas acusaciones y manipularon la verdad, fueron despedidos: 1) por esquilmar a Econoinvest; 2) por negligentes en el pago de los ahorros de los clientes, luego de 18 meses; y 3) por difamadores que manipularon documentos y en medios públicos intentaron crear delitos inexistentes. Luego del transcurrir del tiempo y tantas denuncias contra los interventores, surge la verdad de sus intereses y, lo mas paradójico, fueron ellos quienes pusieron en la cárcel a los amigos de Econoinvest.
Cómo se puede seguir justificando esta prisión cuando la denuncia de la Superintendencia Nacional de Valores, que dio origen a todo esto, fue por operaciones cambiarias sin uso de títulos valores? Pero es que además hace poco la propia Superintendencia Nacional de Valores en Gaceta Oficial Nº 388.738, del 17 de octubre de 2011, en su resolución Nº 183 solo sanciona administrativamente una casa de bolsa que hizo operaciones cambiarias sin títulos valores, en la misma fecha que fueron detenidos las personas de Econoinvest. Como es eso posible?
A pesar de lo anterior, siguen detenidos, sometidos a una privación de libertad arbitraria e ilegal. La libertad es un derecho humano fundamental, mas si la inocencia es palpable. Este derecho básico es violado por las instituciones judiciales de un país, nuestra Venezuela, donde las cárceles no son solo para los delincuentes, sino también para los inocentes que incomodan a otros y, por conveniencia, la cárcel se convierte en su destino.
Que decir del principio básico que rige en nuestro derecho: “Se presume la inocencia hasta que se pruebe lo contrario”. En una Venezuela donde el 88% de los casos penales se acaban por la humillante admisión de hechos no cometidos para obtener la libertad. Qué mas puede hacer un acusado luego de 4 años de luchas infructuosas para hacer valer su honor y su verdad?; 4 Diciembres sin familia, arriesgando sus vidas en cárceles infernales; de hipotecar la vida económica de su familia para pagar abogados; 4 años de retrasos, judiciales y fiscales, adrede para coaccionar al acusado a que admita y, así, vitorear triunfos pírricos y fatuos de los representantes de la fiscalía y, claro, ganarse un bono mayor por numero de casos victoriosos. En eso se ha convertido la justicia venezolana.
Diciembre evoca en nuestras vidas el sentimiento de felicidad y de unión familiar, ya las gaitas, los arbolitos y las decoraciones navideñas se hacen presente en nuestras calles, en los centros comerciales. Ya comienza nuestros decorados en casa y los preparativos y expectativas de la venida del niño Jesús, junto a nuestro pequeños hijos. La “Carta al Niño Jesús”. Ya otro Diciembre nos evoca a todas estas sensaciones de felicidad, que bien merecida se tiene mas aun con niños que le dan un toque mágico y especial.
Deseamos que este no sea otro Diciembre triste para los amigos de Econoinvest, obligados a pasarla apartados de sus padres, sus hermanos, sus esposas y, en especial, de sus hijos.
Solo queda esperar que Diciembre evoque a la justicia para que se avoque sobre nuestro inocentes presos, puestos allí a conveniencia de unos intereses, que al final nada tiene que ver con la Venezuela que queremos.
Lapatilla.com, 19/11/2011, enlace al original