El nuevo liquidador de Econoinvest, Víctor Hugo Moreira, se está apoyando en la Caja Venezolana de Valores (CVV) para agilizar los pagos pendientes con los clientes de esta casa de bolsa que todavía están sin recuperar sus inversiones.
Entre las primeras acciones que tomó el nuevo designado, fue dar la autorización de acceso a las personas que aún seguían sin los títulos valores, que estaban registrados a nombre de cada inversionista en la CVV.
Para esto trabajó de la mano de esta asociación privada. De hecho, el número de clientes con papeles retenidos ya disminuyó de 982 a 300 inversionistas, según indicaron clientes que han sido atendidos por Moreira.
El liquidador también dio instrucciones a la Caja Venezolana de Valores para agilizar el pago de los bonos cambiarios pendientes, informaron algunos de los inversionistas que han sido atendidos.
Se trata de 268 personas, en su mayoría con papeles con 10.000 dólares o más, a quienes no se les ha cancelado el capital y los intereses respectivos de esos títulos valores, emitidos por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Los antiguos liquidadores efectuaron un cronograma de pagos de bonos cambiarios que se inició el 13 de junio de este año, pero esos clientes quedaron por fuera.
Esto a pesar de que el último vencimiento de esos papeles fue el 27 de julio, cuando el ente emisor pagó en dólares y a tiempo el monto por capital e intereses, correspondiente a cada compra. El dinero se depositó en la cuenta en el exterior de Econoinvest, pero esos fondos no se entregaron a los inversionistas sino hasta un año después, y a otros aún no les ha llegado su pago.
Según declaraciones del Superintendente Nacional de Valores, Tomás Sánchez, ese retraso se generó por un bloqueo en la cuenta en el extranjero donde se depositó el pago de los bonos cambiarios.
En total, el pago que tenían que cancelar los liquidadores por esos títulos valores del BCV, adquiridos por clientes de Econoinvest, ascendía a 18,1 millones de dólares.
El tercer aspecto que deberá abordar Moreira es el pago correspondiente a los instrumentos financieros llamados reportos. En mayo la vieja junta liquidadora publicó un cronograma de pagos para ese mismo mes, donde se incluyeron a 2.057 personas de las 3.450 que tenían este tipo de inversión.
Las 1.393 personas restantes debían esperar. Y, aunque sin fecha, lo único seguro era que tanto las operaciones que estaban efectuadas en bolívares, como las que se hicieron en dólares se cancelarían en moneda local.
Según el Superintendente de Valores, ese pago será de esa manera porque tales operaciones "no estaban bien montadas".
"Hay títulos que respaldan uno, dos y tres reportos porque el cliente daba un mandato amplio a Econoinvest", dijo Tomás Sánchez a El Mundo E&N, el 20 del mes pasado. "Mucha gente pensaba que tenía un título y ya ese título había sido liquidado", insistió el funcionario.
Sin embargo, fuentes vinculadas a la Caja Venezolana de Valores aseguran que aún se registran los 27 millones de dólares que soportan esas operaciones; es decir, los títulos que fungían como respaldo o garantía. Esto, además de los 3,5 millones de dólares que se generaron como intereses.
Se espera que sobre el tercer aspecto informe pronto el nuevo liquidador, ya que la meta que debe cumplir es pagar todas las deudas de la empresa bursátil antes de que termine este año.
En efecto, Moreira fue designado por la Superintendencia de Valores para culminar la liquidación de Econoinvest, luego que destituyera a Nahunimar Castillo y Orangel Godoy.
El cambio se generó luego que el Banco Central de Venezuela recibiera quejas de clientes cuyos pagos estaban retrasados, mientras que otros denunciaron directamente en la Fiscalía General. Esto provocó que el Ministerio de Finanzas solicitara directamente información sobre patrimonio de la empresa y balance de pagos.
Clientes se protegen con un contencioso
Luego de que la junta liquidadora anterior no diera respuesta a un recurso de reconsideración que introdujo un grupo de 61 clientes contra el pago en bolívares de sus reportos en dólares, algunos de estos clientes decidieron introducir un recurso contencioso de carácter administrativo ante los tribunales.
"El silencio administrativo viene a constituirse como una garantía frente a la inacción de la Administración y le otorga al individuo la facultad de continuar en el trámite en diversas fases", se alega en el documento.
El Mundo, 1/11/2011, 11,Carjuan Cruz