Antes de la intervención de Econoinvest, la empresa había almacenado en un galpón de Boleíta más de 4 millones de bolívares en mobiliario. Ahora, al abrir las puertas del número 1-8 de la calle Capitolio, no se encuentra nada.
Tampoco hay explicaciones a lo que tiene toda la pinta de ser un saqueo. Según el inventario realizado por Giusepina Scimeni, los muebles deberían estar en la sede de la empresa y no en aquel galpón. Aparecen en el inventario como si estuviesen en la sede de la empresa y no en el galpón, lo que denota el desorden de la junta interventora.
Reportes de prensa ya dan cuenta de que los inventarios firmados por Scimeni admiten el extravío de más de la mitad de los bienes de uso, donde se incluyen no sólo los muebles sino además computadoras, centrales telefónicas, teléfonos, televisores, etc.
Tal Cual, 02/09/2011, enlace al original