Econoinvest era, más que un grupo empresarial, un proyecto con visión de futuro, que fue concebida desde la apuesta humanista del progreso de cada persona. Desde su nicho potenció lo que consideraba las mejores herramientas para que el esfuerzo diario laborioso descansar en un futuro planificado y próspero. Sus aportes de responsabilidad social lo colocaban como una empresa sembradora de esperanza.
Para el ciudadano común, “casa de bolsa” puede sonar como un término frío y distante, algo que, si no se es inversionista, no va a afectar su vida. Econoinvest entendió que la labor formativa hacia sus clientes y la sociedad en general, resultaba fundamental para mantener una relación transparente. Para generar una reciprocidad donde todos tenían los puntos claros al momento de invertir.
La cultura financiera está minada de términos que sólo manejan los entendidos. Econoinvest realizó innumerables seminarios y talleres de Mercado de Capitales, a fin de promover la enseñanza, profundizar el conocimiento de sus ahorristas y acabar con el mito de la volatilidad de la economía, en un país donde los controles por parte del Estado no tienen una planificación estratégica. De esta manera, más de 1800 personas recibieron herramientas sobre el ahorro, la inversión y la protección a largo plazo. Trabajadores de alcaldías, periodistas, productores de seguros, miembros de cajas de ahorro, sindicalistas y directivos y empleados de empresas e instituciones, clientes o no del Grupo, resultaron beneficiados y contribuyeron a expandir la visión del ahorro como una inversión que garantiza el futuro.
Las experiencias de difusión de la llamada “cultura bursátil”, fueron compartidas entre los gremios financieros venezolanos, entre ellos la Asociación Venezolana de Casas de Bolsa, Bolsa de Valores de Caracas, Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) y otras instituciones. Es inmensurable el aporte del Foro de Perspectivas Económicas que, durante 10 años contó con una amplia participación de panelistas nacionales e internacionales, los cuales contribuyeron a hacer de Econoinvest, una referencia obligada en materia económica, y a ofrecer las herramientas e información vital para tomar decisiones acertadas, y lo más importante, escogidas y diseñadas por el cliente.
Estos encuentros tuvieron lugar no sólo en Caracas, sino en Barquisimeto, Valencia, Maracaibo. En la última edición de 2009, se contó con la participación de Nouriel Roubini, reconocido economista, profesor de la Universidad de Nueva York y asesor de importantes organizaciones internacionales. Las preguntas que le realizaron, fueron formuladas por el público a través de la campaña digital “pregúntele a Roubini”, que aseguró, una vez más, la transparencia de Econoinvest con sus accionistas. Las dudas fueron esclarecidas de tú a tú, y el grupo mediaba como intermediario.
Querer vs. tener
Las decisiones que más generan miedo en los ciudadanos, son las relacionadas con el dinero. No en vano, una de las mayores fantasías de la gente, es ganar la lotería. La concepción de que el dinero es la vía para garantizar el éxito o futuro familiar, está arraigada en el ser humano, y la búsqueda de mantener el valor monetario es el principal motivo para invertir. El alza y la baja de la bolsa, las colocaciones, el mercado, los bonos y demás materias financieras, dejaron de ser palabras de dudoso significado y pasaron a formar parte del vocabulario diario de muchos que decidieron asegurar el futuro de su familia con Econoinvest.
Otra innovación del Grupo fue el Economóvil, un autobús interactivo en el que, con el lema “suba como ahorrista y salga como inversionista”, alumnos de universidades recibieron información amplia sobre el mercado de capitales de una manera sencilla y amigable. La meta fue formar futuros inversionistas que fuesen capaces, a corto plazo, de tener vivienda propia, un carro, pagar un post grado. Hacerles saber que la diferencia entre querer y tener estaba en sus manos y en su capacidad de ahorro, en que el grado de libertad económica, tan deseado en los jóvenes, estaba a la vuelta de la esquina, si seguían los pasos necesarios para invertir y contar los resultados en poco tiempo. Los incentivó para organizarse, tener un plan y seguirlo.
Esa fue la visión de Econoinvest. Generar venezolanos con capacidad de acción, planificación, que no tuvieran que depender de milagros o subsidios para proyectar su vida y la de su familia en su propio país.