Casi dos millones de pequeños inversionistas colocaron su dinero en las empresas del mercado de capital y también casi 1.200 cajas de ahorros. De manera que 3.500.000 personas se beneficiaban de las funciones que ejercían las casas de bolsa, de las cuales Econoinvest era líder, y todo ello daba empleo a más de 5.000 personas. El ministro Giordani decidió acabar con todo ello y lo hizo en mayo de 2010. ¿Por qué lo hizo? Por dos razones. La primera porque el precio del dólar en el mercado paralelo se estaba disparando debido a que Cadivi no entregaba divisas y los necesitados concurrían a las casas de bolsa en su búsqueda. En segundo lugar, porque la inflación lo tenía y lo tiene loco. Entonces nada mejor que echarle la culpa a las casas de bolsa.
Sucedió que intervinieron y liquidaron las casas en 2010, el precio del dólar siguió elevado y la inflación, en lugar de bajar, aumentó. ¿Cuál fue la excusa para acabar con Econoinvest y el resto de las casas de bolsa? Ninguna. Un capricho para instaurar una Bolsa de Valores Socialista que no ha transado un solo título valor.
Sucede que fue Econoinvest la casa de bolsa seleccionada por el Gobierno para hacer la colocación de bonos públicos más alta de la historia de Venezuela en 2007, por US$ 7.500 millones, y también entre 2007 y 2008 prestó servicios en la oferta pública de adquisiciones tras las estatizaciones de la Cantv y la Electricidad de Caracas. También lo hizo Econoinvest activamente en la colocación de bonos de Pdvsa y el Ministerio de Finanzas. Sin embargo, el 1° de marzo el Ministerio de Finanzas nombró un veedor en Econoinvest durante tres meses y él mismo no formuló objeciones. Es decir, que no había nada extraño que reportar. Todo se originó por las transacciones de los llamados Títulos de Interés y Capital Cubierto (Ticc) emitidos en dólares pero pagaderos en bolívares, como todos los bonos que emite el Gobierno. De la negociación de los Ticc surge un tipo de cambio del bolívar respecto al dólar, totalmente legal y autorizada su transacción por el BCV. Esa fue la excusa que encontró Giordani.
Últimas Noticias, 14/03/2011, Pág. 38