Señalan que la posible venta de activo para pagarles a sus clientes es "una excusa inadmisible ante el retraso de casi cinco meses en el que han incurrido los interventores para cancelar sus obligaciones a los 46 mil clientes activos".
Apuntan que el dinero de los clientes está respaldado por papeles a su nombre y están a resguardo en la Caja Venezolana de Valores (CVV); que los directivos de la CVV le han rogado a los interventores y al superintendente nacional de Valores, para que los clientes puedan "disponer de sus papeles y recursos a la brevedad", pero se han negado y "sólo han permitido" que unos 700 clientes dispongan de sus portafolios; "los interventores tampoco han liberado las divisas de los clientes que invirtieron en bonos cambiarios, y que están en custodia en el Banco Central de Venezuela".
Últimas Noticias, 12/10/2010